Jorge Branson y Àlex Grau son @quercusoutdoors, el sello de bolsas de bikepacking hechas a medida y de forma artesanal en Valencia. Su filosofía y la de la Gran Vertical han sintonizado hasta el punto de haberse convertido en amigos y colaboradores.

¿Cómo y por qué nació Quercus?

Quercus nace por el placer de viajar y por la necesidad de equiparnos a nosotros mismos. En ese momento, otoño del 2019, todavía era difícil hacerse con unas bolsas de bikepacking de calidad y, casi imposible, hacerse con bolsas de cuadro a medida. Así que nos hicimos nuestras propias bolsas y surgió la magia.

Después llegó en confinamiento y tuvimos tiempo de empezar a pensar en la marca como tal. Y, aún que todavía tardó un poco, todo el trabajo que hicimos a partir de ahí fue encaminado hacia el nacimiento de Quercus, seguir perfeccionando modelos y técnica.

Un pequeño taller en Valencia es reivindicar la producción local y artesanal.

Totalmente. Desde el principio nos atrapó todo el recorrido desde que piensas una bolsa hasta que la tienes en tus manos. Para nosotros no tenía sentido hacerlo de otra manera que no fuese local y de manera artesanal. Teniendo el control de todo el proceso, descartamos la producción en serie en favor de proyectos mucho más a medida y personalizados.

¿Qué vinculación tenéis los dos socios con el mundo del ciclismo?

Los dos somos mecánicos de bicicletas desde hace un tiempo. Jorge empezó en esto de los viajes en bicicleta un tiempo antes y desde un acercamiento más cicloturista y de alforjas. Mientas que a mí enseguida me atrapó esta ola de ultradistancia y pruebas un-supported que estamos viviendo ahora. Ambas experiencias y necesidades son omnipresentes en el proceso creativo de Quercus.

¿Cómo imagináis el futuro de Quercus?

Desde el principio hemos bebido mucho del panorama estadounidense, la mayoría de nuestros referentes están ubicados allí. Marcas con taller propio que poco a poco van creciendo sin perder de vista la producción local y el lado humano de la misma. Queremos que el futuro de Quercus sea así, trabajar con materiales duraderos y reciclados para poder ofrecer un producto sostenible y de calidad.

También queremos trabajar el lado social y ambiental que va ligado a esta forma de ciclismo y turismo. E ir apoyando, e impulsando, iniciativas en esta línea, que miren al paisaje y a lo rural con respeto y el cuidado que merecen, no únicamente como mero escenario.

¿Por qué os motiva colaborar con la Gran Vertical?

No hace falta irse muy lejos para vivir grandes experiencias, sólo hace falta mirar a nuestro entorno con nuevos ojos. Para nosotros, la propuesta de la Gran Vertical es precisamente esto, una gran aventura en la puerta de casa.
El año pasado tuvimos la suerte de vivir la CAT700 y fuimos testigos del cuidado y cariño con el que había sido diseñado el recorrido. Una línea elegantemente trazada en la que lo importante es el paisaje y el entorno, y con una organización atenta y familiar que nos sorprendió.
Cuando nos enteramos del nacimiento de su hermana del sur, no tardamos en querer participar de alguna forma. Y aquí estamos hoy.